El Centro Acuático Olímpico Universitario de la UANL ofrece al público en general un procedimiento terapéutico que ofrece, entre otros beneficios, aumentar y preservar la flexibilidad de las articulaciones, mejorar las reacciones de equilibrio, disminuir el dolor y propiciar la fuerza muscular.
Por: Eduardo Rodríguez Palacios Fotografía: Patricia Rosales
Brindar rehabilitación por medio de terapia acuática a pacientes con lesiones en columna o que han sufrido de eventos cerebrovasculares, por mencionar solo algunos, son los problemas de salud que la Universidad Autónoma de Nuevo León atiende a través de su Centro Acuático Olímpico Universitario (CAOU).
El entrenador del CAOU Arturo Israel Garza Salas destaca que las personas que se rehabilitan en este inmueble de la UANL tienen la ventaja de que lo hacen en una alberca con espacio y una buena temperatura del agua, además del personal capacitado, ya que en Nuevo León existen lugares que cuentan con estanques, pero no están totalmente especializados o solo brindan cierta orientación en la materia.

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En nuestras sesiones, alrededor de un 50 por ciento de los pacientes se atiende por lesiones de columna y hernias lumbares. El beneficio que da la terapia acuática es un rango de movimiento más grande, el incremento del tono muscular, además de que el ejercicio dentro del agua es de bajo o cero impacto”.
Arturo Israel Garza SalasEspecialista en ciencias del ejercicio
Efectos de la terapia
De acuerdo con el Centro Acuático Olímpico Universitario, la terapia acuática es un procedimiento terapéutico que, combinado con el agua, técnicas y modelos de rehabilitación, repercute en la persona con efectos curativos y recreativos que facilitan su recuperación.
Entre las personas que pueden tomar este tipo de rehabilitación se encuentran aquellas que presentan patologías que afectan al aparato locomotor y en las que se busca reducir el dolor, la tensión muscular, aumentar el arco de movilidad y la fuerza muscular.

“Cabe mencionar que otro porcentaje importante de pacientes que vienen con nosotros son los que quedan con secuelas de embolias o por traumatismos de cráneo causados por accidentes automovilísticos o caídas.
“En el caso de los pacientes que sufren una embolia, el tiempo de recuperación depende del momento en que llegan a la terapia acuática. Si la persona llega de inmediato con nosotros después de recuperarse de la embolia o traumatismo, va a tener una buena mejoría en los primeros 18 meses. Posterior a este tiempo, buscamos estabilizar a la persona en cuanto a su tono muscular”, detalla Garza Salas, quien imparte la clase de terapia acuática en el CAOU desde 2013.
En el Centro Acuático Olímpico Universitario de la UANL se brinda terapia acuática todo el año y se divide en cursos de cuatro semanas. Cada uno de ellos recibe en temporada alta entre 50 y 60 personas que rondan los 25 y 65 años de edad.
